En el sondeo 2400 se termina de levantar la UE 006, el derrumbe de tejas, definiéndose mejor la estructura, UE 016 (E 001). En el proceso de excavación de la UE 006 se identifican cuatro huellas, posiblemente marcas de un arado que explican la parcial destrucción de las tejas y la estructura. Están dispuestas en paralelo desde el muro hacia el suroeste, separadas unas de otras por 90 cm aproximadamente. Una vez extraído el derrumbe de tejas, se identifica la UE 015, adosada a la estructura, que pudiese ser el derrumbe parcial del muro y que queda limitada al ángulo interior del mismo. Es una unidad muy alterada por la actividad agrícola posterior. En el ángulo suroeste del sondeo se define una parte de un pavimento de cal y piedra (E 002), cortado en tres secciones por las huellas del arado, por lo cada uno recibe una unidad, de norte a sur UEs 017, 018 y 019.
En el sondeo 2600, una vez retirada la UE 003, la capa de cal, se excavan las UEs 006 y 007 del interior del foso, delimitándose su boca, UE 005. Una vez hecho esto, se divide el sondeo en dos sectores, comenzándose la excavación en la mitad este, conservando el interfaz o UE 005. En esta sección se comienza a retirar la UE 008, una tierra marrón rojiza y arenosa, comenzando a aparecer en el lateral este un posible derrumbe de tejas y algunas piedras que podrían pertenecer a una estructura.
En la zona de los sondeos 2400 y 2600, Carlos Moreno de Jong Van Coevorden y Clemente Cobos Sánchez, del Grupo de Electromagnetismo de la UGR, han trabajado con GPR con el objetivo de definir anomalías que indiquen la existencia posibles estructuras cerca de los sondeos.
Sondeo 3100, CEF 002.
Sondeo 2400, huella de un arado.
Trabajo con GPR.
