A quince kilómetros de la Granada, entre las localidades de Atarfe y Pinos Puente, junto a la A-92, se encuentra enterrada una parte importante de la historia universal de la interculturalidad. Es el yacimiento arqueológico de Medina Elvira, un extenso enclave donde se asentaron las culturas romana y árabe, que durante un tiempo convivieron entre sí. Este es el verdadero tesoro del yacimiento arqueológico situado en plena Sierra Elvira. Sepultado por monte y olivos, la zona de 332 hectáreas posee ya la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), el máximo rango de protección para un lugar que hasta ahora estaba acechado por expolios, extracción de mineral y especulación urbanística.
Desde las canteras al Cerro de El Sombrerete, desde el cortijo de la Moleona y de Marugán al de la Monjas y hasta el monte conocido como Tajo Colorao, se divisa un espacio que, en un futuro, puede convertirse en un gran parque arqueológico donde se podrán contemplar estructuras de viviendas, fortificaciones, elementos de ingeniería hidráulica, edificios religiosos o necrópolis de entre los siglos IV al IX.
Medina Elvira era una urbe plenamente configurada en el siglo IX, si bien como ciudad tiene antecedentes en el siglo VIII. La ciudad desaparece en el siglo XI, en la etapa de la ocupación árabe. Lo que no se puede precisar hasta que no se trabaje arqueológicamente es si en la época romana – de la que existen importantes restos – cumplía las funciones de ciudad o no.
Pero lo importante no es tanto la monumentalidad de Medina Elvira como si fuera la Alhambra o Córdoba, sino como arquitectura elemental, mostrando la vida tal y como era, desde una dimensión social y antropológica. Así lo sostiene Antonio Malpica, catedrático de Historia Medieval de la UGR, quien lleva años investigando en la zona. “En este asentamiento se puede contemplar cómo vivían los colectivos, cómo se organiza el mundo árabe y se relaciona con el romano”, argumenta Malpica para resaltar la importancia del yacimiento como elemento de enlace de dos culturas, la romana y la árabe.
Marcada por un río
La historia de Medina Elvira está marcada por el río Genil, que centra toda la organización espacial de la vega. Sin embargo su cauce estaba bien canalizado. Se producían numerosas inundaciones. Por esta ración, en la época romana, las poblaciones se asientan en colinas.
Tanto esta cultura como la árabe – que a partir del siglo VIII tomó la hegemonía de la zona – eran producto de sociedades fundamentalmente agrícolas. Esta característica marcó la distribución de las casas. Y es que la agricultura romana era extensiva, el cultivo predominante era el olivo y esta distribución influyó en los asentamientos, cuyas fincas ocupaban grandes extensiones de terreno.
Cuando llega la cultura árabe, los asentamientos cambian al introducir nuevos pobladores el regadío, un aspecto fundamental que modifica el paisaje. Los nuevos lugares se dividen en pequeñas parcelas rodeadas de diminutas áreas de cultivo, todas próximas entre sí. Este es el modelo que se va a poder percibir en Medina Elvira.
Los árabes aprovechan el agua de Sierra Elvira por medio de depósitos internos. Buscan y canalizan galerías subterráneas y construyen líneas de pozos que afloran a la superficie por medio de fuentes. El agua se almacena en albercas y la población se distribuye en torno a los pozos.
A los asentamientos en el mundo rural árabe se les llama alquerías. Sin embargo, las fuentes escritas denominan la distribución de Medina Elvira como “harat” o barrio. Por lo tanto ya es considerada ciudad, una rareza en los primeros momentos de la ocupación árabe
La difusión urbanística
Entre los siglos VIII y XI, la ciudad se dividía fundamentalmente en la Alcazaba, la zona de la Mezquita Mayor y el poblado.
Abderrramán I, emir cordobés de la dinastía Omeya, la refunda antres del 720. Los emires eligieron el cerro de El Sombrerete para establecer sus dependencias, rodeadas de una muralla defensiva. Esta aportación, fundamental para el conocimiento de Medina Elvira, la realizó en 2001 el Grupo de Investigación “Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada” de la Universidad de Granada, cuyo responsable es Antonio Malpica. Si bien los primeros estudios de la zona fueron realizados por el historiador granadino Manuel Gómez-Moreno a finales del siglo XIX.
Tras Gómez-Moreno hubo un largo paréntesis ya que hasta finales de la década de los noventa no se volvió a investigar en el lugar. Gómez-Moreno centró su atención en la llanura donde se ubicaba la Mezquita Mayor que, junto a la Alcazaba eran las únicas grandes construcciones.
El primero de España
Según el Catedrático de Historia Medieval de la UGR, el parque arqueológico de Medina Elvira será el primero de España de estas características y combinarás los restos arqueológicos con los espacios naturales. “Va a ser un parque vivo y un gran proyecto en sus dimensiones científica, cultural y divulgativa, porque los bienes culturales deben estar a disposición de los ciudadanos”, asegura Malpica, que insiste en la enorme proyección que posee el yacimiento, cuya magnitud es internacional. En Granada hay doce zonas arqueológicas declaradas Bien de Interés Cultural. Dentro de las historia de los BIC granadinos, el más destacado, conocido y antiguo es la Alhambra, que se nombró en 1870. Estas figuras de máxima protección se rigen por la Ley de Patrimonio Histórico Español y la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. La competencia para su gestión la posee la Consejería de Cultura
"LA INVESTIGACIÓN PUEDE COMENZAR EN PRIMAVERA", ASEGURA EL DELEGADO DE CULTURA
El delegado provincial de Cultura, José Antonio Pérez Tapias, espera que durante la próxima primavera o en verano comience la investigación en el yacimiento de Medina Elvira.
Según Pérez Tapia “la aprobación de la investigación sistemática por parte de la Comisión Arqueológica Andaluza supone unos cuantos meses, aunque confiamos en que para la primavera o verano de 2005, que además son las fechas propicias por el clima, pueda acometerse su investigación”.
Uno de los objetivos es el convenio para crear una oficina técnica, donde colaborarán la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Atarfe. Dicha oficina se encargará de coordinar todas las actuaciones que se efectúen en Medina Elvira.
La declaración de Bien de Interés Cultural es una medida de protección que obliga, en un principio, en cuestiones de conservación, de bienes patrimoniales. Según José Antonio Pérez Tapias, “el BIC nos abre la puerta para desarrollar en medina Elvira investigaciones desde el punto de vista arqueológico, porque estamos convencidos de que hay un enorme potencial en este yacimiento”.
Despejar incógnitas
Por lo tanto, el eje de lo que se realizará en Medina Elvira vendrá marcado por la investigación arqueológica. A partir de ahí habrá otro tipo de actuaciones de restauración medioambiental y de desarrollo de otras medidas.
Para Pérez Tapias, Medina Elvira “es un yacimiento que va a permitir despejar ciertas incógnitas de la historia de Granada, de la historia de al-Andalus y, en ese sentido va a tener una gran importancia”..
ENTREVISTA A ANTONIO MALPICA CUELLO (Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada)
Especializado en Historia Medieval, Antonio Malpica describe de forma clara y meticulosa dónde se ubicaba Medina Elvira, el asentamiento romano – primero – que se convirtió en la capital de la parte oriental de al-Andalus en los siglos VIII al XI, época en que dominaba el emirato y posteriormente califato de Córdoba. El Grupo de Investigación de Malpica realizó una excavación de urgencia en el Cerro de El Sombrerete y encontró la zona donde se emplazó la Alcazaba, lugar elegido por el poder para vigilar la ciudad.
- ¿Qué papel jugó Medina Elvira en la Historia de Granada?
- Jugó un papel de primer magnitud, no solamente en la historia de la zona sino en toda la historia de España, porque es uno de los pocos sitios en que se puede seguir la evolución desde finales del mundo romano hasta la llegada e instalación de los árabes. Ese es uno de los grandes problemas históricos que tenemos hoy en día en España.
- ¿Cuál es el mayor hallazgo del yacimiento?.
- La realidad de un asentamiento muy complejo que tiene muchas partes diferentes. Es como una especie de puzzle que hay que encajar. Dentro de eso, lo más significativo ha sido el descubrimiento de la Alcazaba y de las murallas, que tuvo lugar en el año 2001 y el resto de una fortificación en la zona de Tajo Colorao.
- ¿En qué medida ha cambiado el concepto del yacimiento a lo largo de los años?
- A partir de las obras para construir la carretera de Granada a Córdoba en el siglo XIX ya se supo que había restos importantes. Sin embargo la Medina Elvira que se percibía en esa época no es la que se conoce hoy, que es mucho más amplia, compleja y estructurada científicamente. En el siglo XIX hubo hallazgos esporádicos que daban idea de que era un asentamiento muy importante, pero nunca se puso en relación con la organización global del espacio y del territorio, como actualmente.
- ¿Después de ser catalogado como Bien de Interés Cultural, como debería planificarse la zona?
- La figura más clara es crear un parque periurbano donde intervengan tanto los elementos arqueológicos y otros, como los medioambientales, de cara a una promoción turística, de calidad. Este proyecto conciliaría la investigación científica con el ocio.
- ¿Dónde deberían empezar las excavaciones?
- La parte más interesante, en mi opinión, es el Cerro de El Sombrerete, lugar donde estuvo la Alcazaba, una serie de viviendas que hay debajo y parte de la muralla, que permitiría tener una idea muy clara de lo que es la ciudad en el espacio
- ¿Cuándo se verían los primeros resultados arqueológicos?
- Se debe actuar en sitios concretos, en donde se conoce el potencial arqueológico y la posibilidad de recuperarlos, restaurarlos y formalizarlos para poder ser visitados en el plazo de un año. Aunque, una vez comenzadas las excavaciones, se verán resultados en dos meses.
- ¿Y una visión más global de los que puede ser Medina Elvira?
- En un espacio de seis o siete años podríamos tener una visión global de Medina Elvira y más adelante se podría planificar una actuación de más largo alcance.
- ¿En qué lugares se lleva a cabo esta estrategia arqueológica?
- En Pompeya, por ejemplo, se conoce parcialmente y se sigue excavando y recuperando espacios. Es una estrategia que permitiría ver que la Arqueología es rentable socialmente hablando y, al mismo tiempo, se puede ir investigando sin entorpecer esa “rentabilidad”.